Estupenda receta para una cena sana y nutritiva. Rápida de elaborar y completa ya que incorpora tanto verduras, como proteínas y grasas.
Es importante elegir unas espinacas de calidad, las espinacas absorben en su crecimiento muchos nitratos de la tierra, que se van trasformando con el tiempo, la mala conservación y la cocción en nitritos, compuestos con cierta toxicidad para nuestro organismo en elevadas concentraciones. Mi consejo es utilizar espinacas de cultivo ecológico, a poder ser, recién cogidas, no conservadas en plástico y utilizarlas frescas, no almacenarlas mucho tiempo. Dicho esto, os paso la receta:
En una sartén añadir 50ml de aceite de oliva, cuando esté caliente pero sin salir humo añadir los ajos tiernos cortados en trocitos pequeños (2 cm) y tras dorar unos segundos añadir las espinacas, sin son espinacas tipo baby pequeñas no hace falta cortarlas, si son de un tamaño medio grande se pueden partir por la mitad o en tres partes.
Remover las espinacas para que cojan el aceite y bajar a fuego medio, dejar pochar un par de minutos. Las espinacas son muy ricas en agua, tras unos minutos veremos como se va consumiendo el agua y bajando el volumen de las espinacas, tornando a un color verde oscuro. Añadimos un poco de sal. Eliminar el exceso de agua subiendo un poco el fuego y removiendo.
Una vez que se haya consumido el agua, añadimos los huevos batidos a los que previamente se les añade la sal.
Dejar cuajar la tortilla dos o tres minutos por cada lado (depende del diámetro de la sartén y por tanto el grosor de la tortilla). A nosotros en casa nos gusta la tortilla poco cuajada, que el huevo quede tierno pero cada uno a su gusto.
ALTERNATIVAS
- Añadir trocitos de jamón serrano o ibérico cuando estén las espinacas hechas.
- Añadir queso manchego o parmesano rallado al huevo batido, añadiremos menos sal al huevo.