El plato de hoy es un estupendo guiso de cerdo que podemos hacer con magra o cabeza de lomo. Tiene un ligero toque asiático por el sabor que aporta el jengibre y la guindilla. De acompañamiento lo serviremos con arroz blanco.
He utilizado el wok pero también se puede hacer en una sartén de bordes elevados y poca base.
PREPARACIÓN
Cortar la carne en dados de bocado (aproximadamente 2/3 cm de lado)
Rallar el jengibre y el ajo con rallador fino
Limpiar las guindillas frescas, abrirlas por la mitad a lo largo y eliminar las pepitas ( si se quiere muy picante dejar parte de las semillas). Hacer tiras finas.
Pelar los tomates maduros ( se pueden escaldar un par de minutos para favorecer el pelado) y trocearlos en dados.
Preparar la salsa en un bol; el vinagre, la salsa de soja, el jerez y el azúcar.
COCINADO
Añadimos el aceite al wok tratando de repartirlo por buena parte de la superficie, cuando esté caliente añadimos el ajo y el jengibre picado y removemos para que no se pegue, en seguida añadimos las guindillas y removemos.
Ponemos los trozos de carne mezclándolos muy bien con el aceite y los otros ingredientes y doramos durante 3 o 4 minutos removiendo de vez en cuando.
Incorporamos los tomates y seguimos con la cocción un par de minutos más.
Añadir la mezcla (salsa) preparada y seguir removiendo un par de minutos. Incorporar 3/4 partes del caldo de pollo reservando una parte, y dejar cocer a fuego fuerte hasta reducir.
Desliar la harina de maíz en el caldo reservado y añadir al wok. Le dará a la salsa consistencia. Dejar espesar un par de minutos y servir.
Una vez añadida la maicena o harina de maíz se recomienda servir y comer. Nosotros lo acompañamos de arroz blanco y nos supo delicioso. Espero que os guste.